sábado, 19 de febrero de 2022

Desalojo del Altepelmecalli “casa de los pueblos”: atentado a la libre autodeterminación de los pueblos originarios.

En el país se cometen 33.308 homicidios dolosos al año; 1004 feminicidios, 45 muertes de periodistas, 28 ambientalistas fueron asesinados tan solo el año 2021. La incompetencia de las autoridades posiciona a los servidores públicos en los primeros lugares de corrupción mundial. Además, las autoridades judiciales destacan en la cadena de responsabilidad con un 92,4 % de los delitos que se denuncian quedan en la impunidad.

En ese contexto alarmante de violencias generaliza, el 15 de febrero de 2022 a la 1:20 am en el estado de Puebla, un numeroso convoy con decenas de vehículos y más de 300 agentes de las policías estatales y municipales de Puebla junto con elementos de la Guardia Nacional recorren la carretera federal tramo Puebla-Huejotzingo a la altura del Municipio de J. C. Bonilla. Llevan a cabo un mega operativo y como pocas veces hemos visto existe una coordinación entre las corporaciones de los 3 niveles de gobierno.

Mientras tanto, en otro lado en una vecindad del barrio el Refugio de la capital de Puebla, ejecutan a un hombre y dejan un mensaje para la SSP y FGE (https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/ejecutan-hombre-en-el-refugio/?fbclid=IwAR3iF64MgdO39qoppBFC7zYL3wUfVpOxB4AdUQGrzlyyymgEZqQUeKAh35Y). Pero, invertir el gasto de los impuestos que se cobran a los ciudadanos en una movilización masiva policiaco-militar parece más importante para las autoridades.

En la carretera Puebla- Huejotzingo los automovilistas observan una larga fila con más 50 vehículos con agentes y piensan que seguro van por un pez gordo: son tantos policías que pareciera que se dirigen a detener a un peligroso grupo criminal de huachicoleros o narcotraficantes, o tal vez, por las dimensiones del operativo, que van a buscar a un estafador, un grupo de lavadores de dinero o por un político corrupto y prófugo como Ricardo Anaya. Pero los miles de pesos invertidos en gasolina, vehículos, pago de los agentes y los salarios de burócratas de los tres niveles de gobierno no persiguen asaltantes, tampoco secuestradores, asesinos o violadores, ni mucho menos van en busca de alguna de las 90 mil 34 personas desaparecidas y no localizadas.

El operativo no es lo que el sentido común imagina, el comando se dirige a reprimir ambientalistas al Altepelmecalli: casa de los pueblos, un centro cultural autónomo de los pueblos de la región cholulteca quienes habían habilitado este espacio para la cultura, la salud, la educación, agroecología y el cuidado de los ecosistemas de los pueblos campesinos tras tomar la empresa Bonafont del corporativo trasnacional Danone en agosto de 2021. Todo esto sucedió debido a que la población decidió poner alto a la extracción inmoderada de 1, 600,000 lts de agua diarios de los mantos acuíferos de la cuenta de los volcanes, acción que la empresa ha llevado a cabo durante más de dos décadas sin una regulación de las autoridades del estado.

Desde los años noventa del siglo pasado que se instaló la embotelladora los pozos artesanales de las familias de la región cholulteca han visto disminuir el nivel de agua. El resultado de la explotación ha sido la escasez del valioso líquido que las familias ocupan para alimentarse, para el uso doméstico y agrícola. Además, la extracción inmoderada de agua subterránea ha secado ríos, ameyales y mantiales en la región y de cuerdo a especialistas es una de las causas de la aparición del enorme socavón en Zacatepec, de acuerdo con un peritaje del Instituto Politécnico Nacional respaldado por investigadores de la UNAM (https://politica.expansion.mx/estados/2021/07/08/el-socavon-de-puebla-si-se-formo-por-sobreexplotacion-del-agua-senala-el-ipn / https://elpais.com/mexico/2021-07-18/la-zona-del-socavon-de-puebla-deber-ser-considerada-como-de-potencial-peligro-geologico.html).

La intención de la espectacular movilización policial-militar es tomar las instalaciones y desalojar a los defensores indígenas que se encuentras a su resguardo. El operativo cierra la carretera desaloja violentamente con agresiones y apuntando sus armas a los pobladores que estaban en las instalaciones los cuales logran salir sin ser detenidos, pero no así los animales que criaban, conejos, gallinas, cerdos y borregos, de quienes se desconoce su paradero. Estas acciones gubernamentales han puesto en alerta a la ciudadanía y ha provocado la indignación local, nacional y mundial. Queda claro con estos sucesos que estas corporaciones, que en teoría deben funcionar para cuidar de la seguridad de la población, se les mando a atentar contra defensores del medio ambiente pertenecientes a pueblos originarios.

Los hechos demuestran que en el régimen actual no existe una separación entre el poder económico y el poder político como tanto pregonan. La sociedad ha reprobado este acto de criminalización de defensores del medio ambiente y cuestionan las decisiones de las autoridades ¿para qué descuidar la seguridad pública del general de la población y montar un mega operativo con cientos de agentes para desalojar violentamente a defensores del medio ambiente?, ¿Por qué las autoridades no hacen válido en los hechos el artículo 2 de la constitución y al principio de determinación de los pueblos?, ¿Por qué regresarle a la empresa las instalaciones aun advertidos por científicos de todos los daños ecológicos, económicos, culturales, políticos y sociales que ello conlleva?

Altepelmecalli casa de los pueblos: centro cultural autónomo

En el año 2021 habitantes de distintos pueblos volcaneros cholultecos decidieron proteger el agua y detener el saqueo de este valioso recurso – el cual es un derecho y no una mercancía por cierto- por parte de la empresa Bonafont en la población de San Mateo Cuanalá, municipio de J. C. Bonilla en Puebla. En un contexto de intimidación policial y gubernamental. Tras el movimiento de defensa del río Metlapalapa en 2020 ante la contaminación empresarial y la enorme preocupación e indignación por la aparición del socavón el año pasado. En asamblea, 20 pueblos originarios decidieron tomar las instalaciones de la embotelladora, detener la extracción inmoderada de agua y con ello terminar con la explotación de los mantos acuíferos, y con la escasez de los pozos de agua de la población.

La acción de los pueblos fue hacer válido su derecho a la libre autodeterminación, a su derecho universal de acceso al agua, además de conservar, mejorar su hábitat y preservar la integridad de sus territorios. Con base en esos principios llegaron a un acuerdo en el que las instalaciones de la empresa extranjera serían transformadas en un espacio para la cultura y autonomía, mientras observaban y se alegraban de ver como los niveles de agua de sus pozos regresaban a niveles que hace años no tenían.

Cabe recordar, que los pueblos cholultecos antes de la toma de la empresa llamaron a los gobiernos y a la empresa al diálogo para resolver su problema de explotación del agua. Los llamados representantes del pueblo, es decir, el gobierno junto con las empresas no acudieron al llamado de la población para solucionar el problema. Los llamados al diálogo por parte de los habitantes fueron ignorados, despreciados, las autoridades han sido omisas a atender las demandas de la ciudadanía generando la molestia de los habitantes contra las autoridades. Por el contrario, los gobiernos en lugar de tener en cuenta los llamados como servidores públicos han implementado mecanismos de intimidación policíaca contra la población, realizando rondines constantes en los que se toman fotografías, usan drones para espiarlos, amenazas, e incluso han enviado a golpeadores locales comandados por presidente municipal para atentar contra los defensores ecologistas, acciones que han puesto en una situación grave de inseguridad y alta vulnerabilidad a vida y los derechos de los defensores ecologistas.

Una de las decisiones importantes tras la toma pacífica de los 20 pueblos originarios cholultecas fue seguir la vía jurídica para formalizar la transformación del inmueble en un espacio para uso público y cultural de los pueblos, lo que significa para estas comunidades originarias construir en un espacio de explotación y muerte de la vida, un proyecto de vida. Acordaron meter un decreto de expropiación por causa de utilidad pública y han transformado el espacio en un centro cultural autogestionado.

En el Altepelmecalli emergieron formas alternativas de servir al pueblo, mismas que se distancian en demasía a los modelos de atención que brindan las instituciones de educación y cultura del estado, las cuales se han caracterizado por funcionar - si a eso que hacen hoy se le puede llamar función- sin recursos, con empleados elitistas que administran las actividades culturales bajo procesos de burocratización donde toda actividad cultural queda acaparada en sus manos, situación que limita el acceso libre de la población en general a la cultura.

En la casa de los pueblos ha sucedido todo lo contrario a lo que ocurre en estos espacios estatales, los defensores del medio ambiente al no servir para intereses partidistas o grupos de elite los servicios culturales que ofrecieron en el Altepelmecalli estaban libres de esas relaciones sociales selectivas y excluyentes, todo mundo. Lo que hicieron los pobladores de transformar una empresa extractivita y explotadora de sus trabajadores en un centro cultural autónomo, no es más que la expresión de un pueblo que ha tenido la capacidad para producir un proceso autonómico para decidir y ejercer por ellos mismo el tipo de educación y cultural que quieren para sus vidas. Los pueblos originarios cholultecas no quieren el desarrollo capitalista industrial en su territorio, lo que quieren es la autonomía y llevar a cabo estos procesos educativos a través de la autogestión y en interacción con la sociedad civil, colectivos y organizaciones de distintas partes del mundo que sirven a los pueblos para tener su desarrollo propio.

En el centro cultural Altepelmecalli casa de los pueblos las actividades se enfocaban en la educación, la salud, la agricultura, la comunicación, el cuidado del territorio, basados en las artes y las ciencias. Daban talleres de regularización, serigrafía, pintura, música, atenciones médicas, habilitaron un espacio para las mujeres y una nutrida biblioteca con donaciones generosas. De igual forma en lo que era un estacionamiento lo usaron como un auditorio al aire libre. También contaban con espacios donde se criaban animales: borregos, gallinas, cerditos, se cultivan setas y se producen abonos agroecológicos como áreas demostrativas y pedagógicas con la dialéctica de la comunalidad del aprendo-enseño, enseño-aprendo, generando un interconocimiento entre los asistentes y las comunidades basa en la experiencia práctica, el compartir y por supuesto en las discusiones teóricas.

En las jardineras sembraron flores y en la entrada del inmueble donde habían instalado el plantón se convirtió en un comedor comunitario cuya cocina era atendida por señoras a quienes se les caracteriza por preparar platillos con recursos de la región con esfuerzo y ese gran corazón y cariño alimentan a sus familias, a sus pueblos y al centro cultural. También realizaban prácticas de economía solidaria, llevaron a cabo rifas para autofinanciarse y cada mes instalaron un mercadito de trueque. Se gestó la participación ciudadana para la defensa de la vida y ello significó también la recuperación del tejido social comunitario.

Asimismo, las actividades convirtieron el espacio en un centro de gravedad para la defensa de la vida y pueblos que luchan para defender sus territorios y su autonomía. El Altepelmecalli recibido cientos de personas de múltiples geografías, locales, nacionales e internacionales con quienes en foros de análisis compartieron el diagnóstico: la enfermedad que viven los pueblos es el cáncer del modelo capitalista que despoja, explota y convierte en mercancías los territorios y los modos de vida de la civilización humana. La receta es la organización y la autonomía para la defensa de sus territorios.

Acudieron a eventos y actividades habitantes de pueblos originarios de todo el país, defensores del medio ambiente, estudiantes, organizaciones sociales y académicos renombrados han realizado encuentros con temáticas variadas: sobre el campo, encuentros de mujeres, educación autónoma, mapeos comunitarios en la defensa del territorio, conferencias de prensa para denunciar las violaciones a los derechos humanos, encuentros contra gasoductos, etc. Reiterando lo antes dicho, lo que llevaron a cabo los pobladores en el Altepelmecalli es aplicar el principio de determinación de los pueblos por medio de un conjunto de prácticas autonómicas que significan el desarrollo que quieren los pueblos para ellos, no los proyectos extractivos e industriales que solo les traen despojo, contaminación, individualismo, ignorancia y contados empleos con salarios precarios.

Con ello, los pueblos originarios de la región cholulteca han demostrado en el Altepelmecalli que transformar un espacio de muerte en uno de vida no solo ha significado la defensa del agua sino también una fórmula alterna al paradigma de los servicios educativos y culturales de la burocracia política e institucional del estado que limita, excluye y simula tras no cumplir los objetivos asignados para servir a la población.

Demandas de la sociedad a los órdenes de gobierno

Académicos, organizaciones sociales y observadoras de derechos humanos, colectivos e instituciones locales, nacionales e internacionales han realizado un llamado a las autoridades a apegarse a los principios de libre determinación de los pueblos indígenas y campesinos. Ha detener la criminalización de los defensores ambientales y devolver a los pueblos el predio que entregó a la empresa Bonafont del corporativo Danone y con ello continúe la función pública del centro cultural autónomo Altepelmecalli casa de los pueblos. Instan a las autoridades a hacer válido el decreto de expropiación para utilidad pública del inmueble y continúe el proceso de desarrollo pedagógico propio de los pueblos de la región cholulteca. Asimismo, los defensores ambientales han hecho una llamado a la población local, nacional y mundial a solidarizarse y emprender un Boicot a la empresa francesa hasta que se retire de un territorio originario y deje de saquear el agua de los pueblos.

19 – febrero - 22

León Mayorga. Antropólogo social

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